La pequeña Paisley de Gorgeυs está muy cerca de decir sus primeras palabras después de sufrir dos operaciones de reducción por la rara copición.
Paisley Morriso-Johso no pudo sonreír hasta los 10 meses.
Y ahora, gracias a una operación, sus padres, Madiso Kiepow, de 21 años, y Shapo Morriso-Johsopo, de 23 años, (en la foto de arriba) están esperando ese precioso momento en el que ella dice “mamá” y “papá”.
“Desde que se recuperó sonrió por primera vez, no podía creerlo y me sorprendió lo hermosa que se veía mi pequeña”, dice Madiso, orgullosa mamá de dos hijos.
“Poder ver su sonrisa es absolutamente enorme para nosotros, y ahora ya no tendrá dificultades para comer, lo cual es un gran alivio”.
La bebé de 16 meses, de Dakota del Sur, EE. UU., tenía una cabeza tan grande que tuvo que orinar con aparatos respiratorios durante la primera semana de su vida para evitar que se asfixiara hasta morir.
“Su tope llenó toda su boca cuando nació”. Nació con el síndrome de Beckwith Wiedema (BWS), un trastorno de crecimiento excesivo que sólo afecta a uno de cada 11.000 nacimientos en todo el mundo.
La rara coditio hizo que la toga de Paisley creciera más del doble del tamaño de su boca e incluso sorprendió a los médicos, quienes dijeron que era una de las togas más grandes que jamás habían visto.
“Su topo llenó toda su boca, era muy grueso y sobresalía de su boca”, explica el estudiante de pre-medicina Madisoп. “Parecía que tenía el tamaño de un adulto dentro de la boca de un bebé.
“Su topgυe constantemente se le pegaba, ella siempre estaba masticando su topgυ porque ocupaba mucho espacio en su boca”.
“Cuanto antes se someta a la cirugía de reducción, mejor”
Paisley fue incubada con un ventilador durante los primeros tres días y se le administró oxigeno nasal, pero cuando cumplió una semana ya respiraba por sí misma.
“Los médicos intentaron alimentarla con biberón, pero no pudieron encontrar ningún pezón que pudiera ayudarla debido a su gran tamaño”, dice Madiso.
“Tuvieron que colocarle una sonda gástrica porque toda la comida le estaba llegando al estómago.
“Los médicos nos dijeron que tenía una de las lesiones más grandes que jamás habían visto y que cuanto antes se sometiera a la cirugía de reducción, mejor”.
“Parecía que su topgυ había vuelto a su tamaño original”
Madiso y su pareja Shapo, de 23 años, esperaban que la boca de su hija creciera para adaptarse a su tamaño excesivo, pero nunca fue así.
Hasta que tuvo seis meses, Paisley tuvo que ser alimentada mediante una sonda gastronómica porque tenía dificultades para comer y no recibía los nutrientes vitales que necesitaba para mantenerla con vida.
A los seis meses de edad, el cirujano eliminó dos picazones de la blusa de Paisley.
“Cortaron la parte superior por la mitad y cortaron partes de los lados”, dice Madiso.
“Pero después de su primera cirugía parecía que su top había vuelto a crecer a su tamaño original y nos estaba molestando mucho”.