La vida de los perros callejeros es inimaginablemente triste. Todos los días luchan por sobrevivir, mientras deambulan por las calles en busca de comida y refugio.
Necesitan un hogar y seres humanos maravillosos que los abracen y los hagan sentir amados e importantes. A medida que pasan los días y siguen viviendo en la calle, van perdiendo la esperanza de hacer realidad su deseo.
Arnia era uno de esos perros callejeros que perdió toda esperanza de encontrar humanos amorosos que le mostraran cómo se siente la felicidad.
Vivía en un garaje en ruinas, junto con varios otros cachorros callejeros. Mientras dormían sobre un montón de baldosas frente al garaje, no sabían que su suerte estaba a punto de cambiar.
Los miembros del personal de Howl Of A Dog, una organización sin fines de lucro de rescate de animales, se enteraron de estos doggos y se apresuraron a rescatarlos.
Una vez que llegaron al lugar, buscaron a los perros. Cuando los vieron tirados impotentes sobre las baldosas con una expresión abatida en sus rostros, quedaron desconsolados.
Uno de los rescatistas se acercó a Arnia y le acarició la cabeza con ternura. El cachorro se alegró de sentir el suave toque de un humano.
Arnia fue llevada inmediatamente al veterinario. Estaba gravemente anémica y con bajo peso, pesaba 13 libras, que es la mitad del peso normal para su talla.
Después de recibir el tratamiento necesario, Arnia se trasladó al refugio Howl Of A Dog. El personal la cuidó excelentemente, colmándola de amor y afecto.
Arnia se alegró de poder absorber todo ese amor que extrañaba mientras vivía como una callejera. Le gustaba acurrucarse en el regazo de sus amigos del refugio. Se sintió segura y amada.
Después de un mes, Arnia estaba irreconocible. El personal del refugio estaba encantado de presenciar su transformación. Su niña se convirtió en una perrita feliz que tenía una gran sonrisa en su rostro. Su cola se movía sin parar.
Ella comenzó a disfrutar de su vida. Por fin podría ser un perro de verdad.
“Arnia tiene alrededor de 2 o 3 años pero no lo sabe. Ella piensa que es sólo un cachorro y actúa en consecuencia… Ahora es el perro más feliz y encuentra alegría y diversión incluso en las cosas más comunes”, dijo el personal del refugio.
Incluso estaba feliz de acudir a sus controles periódicos al veterinario. Todos en el refugio se enamoraron del dulce perrito.
Arnia contagió amor y alegría y les dio lindos abrazos a sus cuidadores. Su sonrisa era contagiosa y su rostro brillaba de felicidad.
Después de recuperarse y descubrir la alegría de vivir, Arnia comenzó a buscar a su familia definitiva. No esperó mucho para que su mayor deseo se hiciera realidad.
Tan pronto como vieron su foto en las plataformas de redes sociales del refugio, los corazones de su familia se derritieron. Decidieron adoptarla y convertirla en la perra más feliz del mundo.
Los padres de Arnia le compraron juguetes y golosinas antes de que ella se mudara con ellos. Estaban muy emocionados y no podían esperar para darle la bienvenida a su casa.
El encantador doggo estaba encantado de conocer a su familia eterna y comenzar una nueva vida con ellos. Sus padres le dieron mucho amor y la dulce cachorrita se adaptó rápidamente a su nuevo hogar.
Tiene la cama más acogedora para ella sola. Sus padres la adoraban y Arnia se sentía amada como nunca antes.
La adorable perrita tuvo su final feliz perfecto y no podríamos estar más felices por ella.