Conoce a Carbone, un cachorro que fue abandonado cuando solo tenía un mes de edad. Carbone deambuló por el pequeño pueblo, siendo constantemente ahuyentado hasta que encontró un refugio improbable junto al horno de un ingenio azucarero. “Al menos aquí nadie lo molestaría. A nadie le importaba este pobre bebé”.
Al vivir en este peligroso lugar, Carbone tuvo que sobrevivir con una dieta de carbón y melaza, lo que dejó sus delicadas patas quemadas y su cuerpo cubierto de residuos pegajosos. Cuando lo vimos por primera vez, parecía un trozo de carbón. Todo su cuerpo estaba sucio y lleno de desesperación. Carbone estaba increíblemente débil, desnutrido y padecía anemia.
Después de una limpieza a fondo, pudimos ver que la mayor parte de su pelaje se había quemado. Pero a pesar de sus dificultades, esta pequeña alma mostró una resiliencia notable.
Para ayudarlo a recuperarse rápidamente, Carbone recibió la atención médica que tanto necesitaba. Era evidente que tenía que luchar duro para tener alguna posibilidad de sobrevivir en este mundo. Le dieron leche y vitaminas mientras experimentaba una transformación. Carbone estaba renaciendo.
Cada día que pasaba, Carbone cambiaba aún más. Poco a poco se convirtió en un compañero amigable y afectuoso. Recibió su primera vacuna, lo que marcó un nuevo capítulo en su vida.
¡Y ahora tenemos maravillosas noticias para compartir! Carbone ha sido adoptado y por fin tiene un hogar permanente. Ha encontrado una gran amiga en Pepina, una cerdita gordita. Juegan juntos todos los días y se tratan con amabilidad.
En su nuevo hogar, Carbone es querido y adorado. Se ha convertido en el centro de atención y se embarca en emocionantes aventuras con su amado padre adoptivo.
Extendemos nuestro más sincero agradecimiento a todos los que cuidaron y apoyaron a este pequeño ángel. Su compasión y apoyo han marcado la diferencia en la vida de Carbone.