En el vasto paisaje de Francia, famoso por sus majestuosos castillos medievales, el Chateau de Sailhant destaca como una maravilla única. Lo que distingue a este castillo es su construcción a partir de antiguas rocas de lava sólidas, extraídas de la región hace casi mil años.
Situado en la región francesa de Auvernia, Chateau de Sailhant se encuentra en medio de un país de maravillas geológicas con 80 volcanes inactivos y debajo de sus exuberantes laderas verdes se encuentra la lava perdurable. Reconocida por la UNESCO como una de las maravillas geológicas, esta región se ha convertido en un imán para los turistas que visitan Francia.
Durante siglos, los lugareños han transformado hábilmente la lava sólida en rocas utilizables. El resultado más notable de esta antigua tradición es posiblemente el Castillo Sailhant, construido íntegramente con estas antiguas rocas de lava, incluido su distintivo techo hecho con losas regionales.
Si bien el ingrediente principal del castillo es seguro, existen opiniones contradictorias sobre su fecha de construcción. Algunas fuentes apuntan a que el castillo tuvo su origen como torre defensiva en el siglo IX, evolucionando con el tiempo. Numerosas familias nobles francesas ocuparon el castillo, cada una de las cuales aportó modificaciones a su estado original.
Chateau de Sailhant fue testigo de una buena cantidad de conflictos. Sirviendo como fuerte defensivo, el castillo se convirtió en un campo de batalla tanto durante la Guerra de los Cien Años como durante las Guerras de Religión francesas.
A pesar de sobrevivir a estas guerras, el abandono pasó factura al castillo a lo largo de los siglos, llevándolo a un estado de deterioro. Algunos propietarios incluso demolieron partes del castillo, alterando aún más su forma.
En el siglo XIX, un propietario intentó restaurar el castillo para devolverle su antiguo esplendor, pero se enfrentó a desafíos insuperables. El castillo medieval, patrimonio vivo, parecía destinado a desaparecer en el olvido. Sin embargo, se produjo un punto de inflexión cuando Joseph Pell Lombardi adquirió el Chateau de Sailhant de su anterior propietario. Lombardi, un reconocido arquitecto neoyorquino especializado en arquitectura restaurativa, se enamoró del castillo e inmediatamente puso en marcha planes para comprarlo.
Una vez que Lombardi se convirtió en propietario, las renovaciones comenzaron rápidamente. Durante la restauración, Lombardi conservó meticulosamente la forma original del castillo, trabajando diligentemente para proteger su autenticidad. Al final lo consiguió y hoy en día el castillo es un destino popular entre los turistas, abierto al público.