Ubicada bajo un colosal saliente rocoso en el pintoresco fiordo Jøssingfjord de Noruega, la granja Helleren es un testimonio notable del ingenio humano y una conexión eterna entre las personas y su entorno.
Si está buscando un sitio de patrimonio cultural único y fascinante en Noruega, es posible que desee visitar la granja Helleren en Jøssingfjord, donde podrá ver dos casas tradicionales del siglo XIX construidas bajo un enorme refugio rocoso. Estas casas se han conservado durante siglos gracias a la protección natural de la roca, que forma un techo sobre ellas.
La granja Helleren está situada en el municipio de Sokndal, a lo largo de la Ruta del Mar del Norte entre Egersund y Flekkefjord. Puedes divisar las casas desde la carretera, ya que destacan con sus colores blanco y rojo sobre los tonos grises de la roca y el fiordo. El refugio rocoso, conocido como Helleren o Hedlaren, tiene 60 metros de largo y 10 metros de profundidad y ha sido utilizado por el hombre desde hace miles de años. Los vestigios más antiguos de actividad humana bajo Helleren se remontan a la Edad de Piedra, cuando cazadores y pescadores lo utilizaban como refugio temporal.
Las dos casas que puedes ver hoy fueron construidas en el siglo XIX, pero es posible que tengan partes más antiguas que datan del siglo XVI. Las casas son ejemplos típicos de la arquitectura rural noruega, con paredes, ventanas, puertas y chimeneas de madera. Sin embargo, no cuentan con techos adecuados, ya que están cubiertos por el refugio rocoso. Por eso han sobrevivido durante tanto tiempo, ya que han estado protegidos de la lluvia, la nieve y el viento.
Las casas estuvieron habitadas hasta la década de 1920, cuando fueron abandonadas por falta de instalaciones modernas. Los últimos residentes fueron dos hermanas que vivían allí sin electricidad ni agua corriente.
La granja Helleren ahora pertenece y está administrada por Dalane Folkemuseum, que es responsable de su conservación y mantenimiento. Las casas están abiertas al público y puedes entrar y ver cómo vivía la gente allí en el pasado. También puede disfrutar del hermoso paisaje de Jøssingfjord, que está rodeado por empinadas paredes montañosas y termina en un gran pedregal de piedra.
Jøssingfjord también es conocido por su importancia histórica, ya que fue el lugar del asunto Altmark en 1940, cuando las fuerzas británicas liberaron a los prisioneros de un petrolero alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Este hecho fue utilizado por Alemania como excusa para invadir Noruega.
Si quieres visitar la granja Helleren, puedes aparcar el coche al otro lado del río y caminar cinco minutos hasta llegar a las casas. Durante la temporada de verano, también hay un aseo y un quiosco con sencillos refrescos cerca. Sin embargo, debes tener cuidado y respeto al visitar la granja Helleren, ya que es un patrimonio cultural frágil y valioso que pertenece a todos.
La granja Helleren en Noruega ofrece una mirada al pasado y muestra cómo las personas se adaptaron a su entorno y utilizaron los recursos naturales para crear sus hogares. También cuenta una historia sobre nuestra historia e identidad, y cómo podemos preservarla para las generaciones futuras.